Lo imposible se basa en una historia real, sí. Aunque cueste creerlo por el
grado de dramatismo y suspenso que le imprime Juan Antonio Bayona a su última
película. Un film enteramente español, pero hablado en inglés y con un
reparto importado del norte. De ahí que Naomi Watts y Ewan MacGregor sean los elegidos
para encarnar las vivencias del matrimonio de María y Enrique, quienes en
2004 se encontraban veraneando junto a sus tres hijos en Tailandia cuando se
desató el Tsunami que arrasó las costas del país.
Lo primero que es digno de destacar de la película es la
impactante recreación del caos que generó la enorme ola. Imágenes
impresionantes que llegan a dejarte sin aire. A la sorprendente puesta en
escena que logra transmitir la cruda violencia del agua se le suma el drama con
el que los personajes padecen la catástrofe. La angustia y el miedo
traspasan la pantalla, así como también la desesperante búsqueda en la que se
sumerge el padre, que llega incluso a abandonar a sus pequeños hijos, para
buscar al mayor de ellos y a su mujer.
Si bien Naomi Watts fue nominada al Oscar por su papel en esta película,
sin lugar a dudas es el pequeño actor Tom Holland (quien encarna a Lucas
Bennett, hijo mayor del matrimonio) el que merece una mención aparte. Con
una interpretación destacable, este pequeño supo transmitir el sufrimiento y la
desesperación dignas del drama que estaba encarnado.
Algo para criticar de Lo Imposible es la aparición de personajes
secundarios que se cruzan en la vida del matrimonio con historias que quedan
inconclusas a pesar de que hubiese resultado muy interesante que se
profundicen un poco más. A saber, la mujer compañera de Naomi Watts en el
hospital o el hombre que ayuda a Ewan MacGregor y que está tan desesperado como
él buscando a su familia. Sucesos que si bien despiertan interés en
el espectador, acaban por esfumarse sin dejar rastros de sus
desenlaces.
Lo imposible es una historia extraordinaria con un condimento que
la hace más interesante aún: saber que está basada en un hecho real, en las
vivencias de una familia que sobrevivió al tsunami. Y si bien nos adentramos en
la película sabiendo que tiene un final feliz, este hecho no nos salva de la
emoción con la que vivimos el dolor y los miedos de sus personajes.